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RUTA 1. DE PIÑUÉCAR A AOSLOS, POR BELLIDAS, VUELTA POR LA CAÑADA DE LAS VAQUERIZAS

Mediante esta ruta podremos, en bicicleta o a pie visitar el antiguo poblado de Bellidas, del que hoy sólo queda una casa en pie, y recorrer los caminos, cañadas y senderos que unían los pueblos de Aoslos, Bellidas y Piñuécar, que discurren entre prados y bosquetes de rebollos, encinas y fresnos, contando como fondo principal la Sierra de Somosierra, coronada por la "Peña Cebollera" o "Pico de las Tres Provincias".


Punto de partida: Ayuntamiento de Piñuécar
Tipo de marcha: Realizable a pie y en bicicleta de montaña
Longitud: 5.700 m.
Duración a pie: 2 h 30´
Dificultad: No presenta dificultad alguna, excepto en la bajada y subida al arroyo de las Pozas, tras pasar por Bellidas, ya que son senderos pedregosos y con una fuerte pendiente, por lo que los ciclistas deberán tener precaución o hacerlo andando [Son apenas 300 m.]. Recorrido circular.
Puntos de agua: Piñuécar y Aoslos
Época recomendada: Todas, especialmente en otoño para  disfrutar el colorido de rebollos, fresnos y las diversas especies de matorral existentes.
Se comienza el recorrido en el centro de Piñuécar, tomando como punto de partida la puerta del ayuntamiento. Pasando por delante del mismo, se sigue la calle Alta hacia el Norte, pasando por delante de un abrevadero y se toma un camino hormigonado que sube hacia la derecha entre paredes de piedra, hacia una casa blanca.
Dejando la casa blanca a la derecha tomamos un camino asfaltado que se dirige a Aoslos. Tras recorrer este camino por un espacio de unos 1.400 m, que discurren entre muros de piedra, prados de fresnos y rebollos y setos de zarzas y espinos, llegamos a Bellidas, antiguo poblado del cual hoy solo queda una casa en pie, y numerosas ruinas y restos de cercas y prados que en otro tiempo fueron huertas.
Tras callejear por las ruinas, tomamos el camino principal de éstas, que sale por delante del caserío de Bellidas, pasando un poco más adelante junto a un edificio que aún conserva una puerta de madera que dejamos a nuestra derecha. El camino, que discurre entre paredes de piedra, se convierte en un sendero que desciende rápidamente hasta el "arroyo de las Pozas", al llegar al cual nos encontramos un puente formado por dos losas de granito.
Cruzamos el puente y ascendemos de frente por el sendero que sube hasta la loma, por la que continuamos llaneando entre matas de rebollo y muros de piedra hasta llegar a Aoslos, pueblo del que pronto divisamos las primeras casas.
Entramos en Aoslos entre un cerradero de ganado de madera que queda a nuestra derecha y unos campos de deporte que quedan a la izquierda.
Tras dar un pequeño paseo por el pueblo de Aoslos, tomamos el mismo camino por el que entramos, y dejando el encerradero de ganado y un abrevadero de hormigón a nuestra derecha, descendemos por un camino que discurre por la Cañada de las Vaquerizas, que se dirige a Piñuécar y en  cuyo término pasa a denominarse Cordel del Puente de Madarcos. El camino discurre entre unas plantaciones de fresno. En una explanada seguimos de frente, bajando por la cañada transitable para coche, cruzamos un paso canadiense, y por una fuerte pendiente descendemos de nuevo al "arroyo de las Pozas". Tras subir por la pista seguimos de frente, hacia Piñuécar. A la izquierda se abre la cañada que va a Madarcos, pueblo que vemos al fondo, al otro lado del río Madarquillos.
Continuando de frente por el camino, atravesamos un zarzo en un punto en el que el camino gira a  la derecha, cruzamos un arroyo y en breve nos encontramos con las primeras casas de Piñuécar, divisando, al fondo, el Cerro de Piñuécar. Por un camino de tierra entramos en la calle de los Llanos, en la que se encuentran unos alojamientos rurales y llegamos a la carretera.
La tomamos a la derecha, pasamos junto a la Iglesia y llegamos al ayuntamiento, que es el punto de partida.


RUTA 2. DE PIÑUÉCAR A BELLIDAS, VUELTA POR ESPADAÑA DE SANTO DOMINGO

Con este recorrido podremos visitar el antiguo poblado de Bellidas, del que hoy sólo queda una casa en pie, y callejear entre los restos de casas de piedra, prados y huertos de éste núcleo desaparecido. Su principal interés radica en la fácil transitabilidad en todo el trayecto, que lo hace accesible a minusválidos que deban trasladarse en  silla de ruedas, que incluso podrán transitar por algunos callejones del pueblo abandonado. Por el camino se puede observar la vegetación típica de esta zona, perfectamente conservada. A pesar del escaso tránsito de vehículos se deberán adoptar las medidas de seguridad necesarias según la legislación vigente. A la vuelta se podrá optar por acercarse a la Espadaña de Santo Domingo de Guzmán, únicos restos de la antigua iglesia de Santo Domingo, del siglo XIV. Esta opción no es apta para minusválidos.

Punto de partida: Ayuntamiento de Piñuécar
Tipo de marcha: Realizable a pie y en bicicleta de montaña. Apta para minusválidos en silla de ruedas.
Longitud: 1.550 m, ida y vuelta. Por la Espadaña de Santo Domingo, 4.500 m
Duración a pie: 50´ (1h15´con vuelta por la Espadaña)
Dificultad: Fácil  por el camino asfaltado. La vuelta por la Espadaña de Santo Domingo  discurre por caminos que se embarran en época lluviosa, por lo que no es apta para minusválidos.
Puntos de agua: Piñuécar
Época recomendada: Todas, aunque los minusválidos tendrán que tener cuidado al transitar por los callejones de Bellidas en épocas lluviosas, ya que se puede formar barro.
Se comienza el recorrido en el centro de Piñuécar, tomando como punto de partida la puerta del ayuntamiento, pasando por delante del mismo y se sigue la calle Alta hacia el Norte, pasando por delante de un abrevadero, y se  toma un camino hormigonado que sube hacia la derecha entre paredes de piedra, hacia una casa blanca.
Dejando la casa blanca a la derecha tomamos un camino asfaltado que se dirige a  Aoslos. Tras recorrer este camino por espacio de unos 1.400 m, que discurren entre muros de piedra, prados con fresnos y rebollos y setos de zarzas y espinos, llegamos a Bellidas, antiguo poblado del cual sólo queda una casa en pie, y numerosas  ruinas y restos de cercas y prados que en otro tiempo fueran huertas.
Tras  callejear por las ruinas, tomamos de  vuelta el mismo camino que hemos traído hasta aquí, hasta  llegar al punto de partida.
Para volver por la Espadaña de Santo Domingo, nos dirigimos a Piñuécar por donde hemos ve nido y tomamos el primer camino que sale a nuestra derecha, denominado camino de Buitrago a Bellidas. Tras recorrer aproximadamente 500 m, encontramos un cruce de caminos, en el que seguimos recto. En breve, veremos a nuestra derecha la espadaña, ubicada en una finca particular.
Este lugar era la sede de la Comunidad de  Regantes de Piñuécar; seguimos por este camino hasta llegar a la carretera, unos 900 m desde el cruce, que seguimos hacia la izquierda, recorriéndola en sentido descendente por espacio de  casi kilómetro y medio. Otra  alternativa sería volver hasta el cruce de caminos anterior y tomar el de la derecha, según regresamos, llegando al camino de Piñuécar a Bellidas, que cogemos hacia la derecha.


RUTA 3. DE PIÑUÉCAR A MADARCOS, POR EL CAMINO DEL MOLINO

En este trayecto se recorre el camino que une estos dos pueblos pasando por el antiguo molino que se encuentra junto al río Madarquillos. Se atraviesan encinares y fresnedas, y se circula principalmente por caminos de tierras y cañadas.



Punto de partida: Ayuntamiento de Piñuécar
Tipo de marcha: Realizable a pie y en bicicleta de montaña
Longitud: 3.000 m ida, 6.000 m ida y vuelta
Duración a pie: 1h 45´
Dificultad: Fácil, excepto la bajada y subida del río Madarquillos, que pueden resultar duras en bicicleta
Puntos de agua: Piñuécar y Madarcos
Época recomendada: Todas
Desde el Ayuntamiento se sale a la carretera que atraviesa el pueblo, bajando a la izquierda aproximadamente 100 metros, y nos metemos por la calle de los Llanos, a la izquierda. Por esta calle pasamos junto a los alojamientos rurales, que dejamos a nuestra derecha, y tomamos el camino de la izquierda, que arranca entre muros de piedra.
Desde este punto, podemos divisar cuatro pueblos: a la derecha, al otro lado del valle del río Madarquillos, el pueblo de Madarcos; enfrente, justo debajo del cerro, se encuentra Horcajo de la Sierra y a la izquierda, Aoslos. Por encima de Aoslos, al lado de la autovía, se encuentra Robregordo. Seguimos por el camino y bajamos a un arroyo, y sin dejar el camino llegamos enseguida a un zarzo o portera de alambre, que cruzamos. En este punto, de seguir hacia la izquierda nos encaminaríamos Aoslos. Seguimos hacia la derecha, y pasamos por debajo de una línea de alta tensión.
Continuamos por el camino que circula entre encinares, e iniciamos el descenso hasta el río Madarquillos, que puede presentar cierta complicación por su fuerte pendiente y pedregosidad, sobre todo en bicicleta, y llegamos al antiguo molino, situado a orillas del río.
Cruzamos el puente sobre el río, e iniciamos el ascenso. Podemos hacerlo por el camino que sale desde el puente por la máxima pendiente, o por el camino antiguo, que tras ir paralelo al río aguas abajo por espacio de unos 100 metros, gira y sube de modo más suave, lo cual es recomendable especialmente si vamos en bicicleta.
Llegamos al pueblo de Madarcos, al que entramos por su parte inferior. para volver a Piñuécar realizaremos el mismo recorrido en sentido inverso.


RUTA 4. DE PIÑUÉCAR AL CERRO "CABEZA DE PIÑUÉCAR"

La subida al Cerro de Piñuécar con una altitud de 1.221,61 m, no supone un ascenso destacable por el desnivel salvado (159 m), sino por la atalaya cuya privilegiada situación en medio de un valle rodeado de montañas hace de este punto un observatorio único, desde el cual se pueden divisar la Peña Cebollera o Pico de las Tres Provincias, la Sierra de la Cabrera, Peñalara, etc...  En la cima de este cerro se encuentra, además, un observatorio de la Guerra Civil en buen estado de conservación.


Punto de partida: Ayuntamiento de Piñuécar
Tipo de marcha: Realizable a pie
Longitud: 1.700 m ida, 3.400 m ida y vuelta
Duración: 1 h
Dificultad: Fácil
Puntos de agua: Piñuécar
Época recomendada: Todas
Desde el Ayuntamiento salimos a la carretera atravesando el pueblo en dirección a la autopista, subiendo unos 150 metros, cogeremos un camino a la izquierda que nos lleva al cementerio de Piñuécar, en la bifurcación tomaremos el de la derecha y pasaremos por delante del cementerio, siguiendo hasta llegar a la base del cerro, por el mismo camino, que ahora está rodeado por paredes de piedra. En un punto en que el camino se estrecha bastante, pasaremos por una portera o zarzo existente y avanzaremos  hasta un poste de luz donde subiremos hacia el cerro, dejando el camino.
Continuando por la vereda de la ladera señalizada, abierta por el ganado atravesando un cantuesar, llegaremos a la cima, donde podremos contemplar el espléndido paisaje de cordilleras montañosas (reflejadas en dos paneles explicativos) y un observatorio de la Guerra Civil, en cuyo interior se ha colocado otro panel que indica las líneas del frente de la Guerra Civil en la Sierra Norte de Madrid.
Madrid fue, junto al Frente del Ebro, uno de los puntos más decisivos en el curso de la Guerra Civil. Este cerro por su posición geográfica, fue un observatorio para ambos bandos, nacional y republicano, gracias al control visual que desde él se tiene de una parte de territorio de la Sierra Norte.
La construcción, que una vez defendió la colina, ahora queda como testigo silencioso de la batalla junto a otras posiciones fortificadas de la zona. Y al otro lado de la línea del Antiguo Frente, a kilómetros de distancia, aún quedan fortines y trincheras desde donde ambos bandos lucharon. Con un poco de paciencia y algo de suerte, el caminante puede hallar alguna bala en el suelo.
Una vez en la cima nos encontramos con un vértice geodésico donde se puede disfrutar del paisaje. Para regresar por el mismo camino hasta una bifurcación en la vereda a media ladera donde cogeremos el camino de la izquierda y descendermos por la cara opuesta del cerro. Pasando por una portera o zarzo y llegaremos a la carretera que une Piñuécar con la Nacional I, la cual tomaremos a la derecha para llegar al punto de partida.


RUTA 5. DE PIÑUÉCAR A GANDULLAS POR EL CERRO "CABEZA DE PIÑUÉCAR"

En esta ruta se recorrerán los diversos caminos que une Piñuécar con Gandullas, pasando por la base del Cerro Cabeza de Piñuécar. Aunque es opcional, es recomendable subir a su cima para disfrutar de la panorámica privilegiada que desde allí se divisa, y por la vista desde un observatorio de la Guerra Civil  que se encuentra  en su cumbre.

La vuelta desde Gandullas se realizará por el Camino Antiguo de Gandullas a Piñuécar. Esta ruta, circular, se podrá realizar en uno u otro sentido, y se realice desde Piñuécar.



Punto de partida: Ayuntamiento de Piñuécar, o la Iglesia de Gandullas
Tipo de marcha: Realizable a pie o en bicicleta (para subir al cerro será conveniente dejar la bici abajo)
Longitud: 6.100 m, 2.000 m más si subimos al cerro
Duración a pie: 1h 45´
Dificultad: Fácil
Puntos de agua: Piñuecar y Gandullas
Época recomendada: Todas. Es recomendable buscar un día claro, para tener una buena visibilidad
Desde el Ayuntamiento se sale a la carretera que atraviesa el pueblo, y la tomamos en dirección a la autopista, a la derecha. Subimos por ella unos 150 metros y cogemos un camino hormigonado que sale a la izquierda. Seguimos ese camino hasta llegar a una bifurcación, desde la que vemos, a unos 50 metros, el cementerio de Piñuécar.
Tomamos el camino de la derecha y pasamos por delante del cementerio, y seguimos hasta llegar a la base del cerro, por el mismo camino, que ahora está rodeado por paredes de piedra. En un punto en que el camino se estrecha bastante, comenzamos a subir hacia el cerro, dejando el camino. Si se está recorriendo la ruta en bicicleta, se puede dejar escondida tras alguna tapia para realizar la ascensión a pie.
Subimos rodeando la pared de piedra, primero por una pequeña torrentera y después, sin dejar la pared, por un cantuesar, hasta que la pared se une con un cerramiento de alambre y postes de hormigón. Cruzamos la portera o zarzo existente y subimos campo a través por cualquiera de las veredas de ganado que hay en la ladera, hasta llegar a la cima.
Una  vez en la cima, se puede disfrutar del paisaje y regresar hasta el camino por el que hemos venido. Al llegar de nuevo al camino, recogemos las bicicletas y seguimos por el mismo camino siempre entre paredes de piedra durante aproximadamente 1.700 metros hasta llegar a un a bifurcación, que tomamos hacia la izquierda. Se puede volver por la ladera opuesta del cerro, bajando hacia unas cercas con pinos, por donde se llega a la carretera de Piñuécar a la carretera general, que debemos tomar hacia la derecha para llegar al punto de partida.


RUTA 6. CIRCULAR DE PIÑUÉCAR - GANDULLAS

El presente recorrido, además de atravesar los dos núcleos de población del término, pasa por el pueblo vecino de Madarcos. Además, parte de su trazado discurre por una ladera cercana al embalse de Puentes Viejas, del que se obtiene una privilegiada perspectiva, y por el valle del Río Madarquillos.

 




















































Punto de partida: Iglesia de Gandullas o Ayuntamiento de Piñuécar 
Tipo de marcha: Realizable a pie o en bicicleta
Longitud: 12.500 m
Duración a pie: 3h 45´
Dificultad: Fácil, aunque si se realiza en bicicleta, hay algunos puntos complicados, en los que es necesario circular con precaución o incluso apearse
Puntos de agua: Piñuécar, Gandullas y Madarcos
Época recomendada: Todas. En verano procura evitar las horas centrales del día, pues discurre por lugares desarbolados
Iniciamos la marcha entre la casa de salud y la Iglesia de Gandullas, por un camino que sale hacia la izquierda entre muros de piedra, por el que llegamos hasta un cruce con otro camino, también entre paredes de piedra, por el que lllegamos hasta un cruce con otro camino, también entre paredes de piedra. Tomamos el camino de la izquierda, por el que continuamos hasta llegar a otro cruce, en el cual debemos seguir de frente. Poco a poco el camino se transforma en un estrecho sendero entre la vegetación, hasta llegar a la carretera que va de Gandullas a Prádena del Rincón (M-137), y la tomamos girando a la izquierda en dirección a Prádena.
Tras recorrer unos 500 metros por la carretera, nos metemos en el primer camino de tierra que, tras un zarzo, sale a la derecha, entre matas de encina. Bajando entre encinas por el camino, pronto nos encontramos por encima del embalse de Puentes Viejas, concretamente en la cola formada por el valle del Río Madarquillos. Desde esta zona se obtiene una buena vista del pantano, y se pueden observar (sobre todo en invierno) aves acuáticas como el ánade real, el somormujo lavanco, el zampullín chico y el cormorán, que escogen este embalse como lugar para pasar el invierno. Continuamos sin dejar el camino hasta que, tras una cuesta con algunas revueltas, nos lleva otra vez a la carretera M-137.
La tomamos hacia la derecha, de nuevo en dirección a Prádena. En breve nos encontramos con el puente sobre el Río Madarquillos, lo cruzamos,  a unos 100 metros a la izquierda, sale un camino que se dirige a la casilla del Madarquillos, construcción del Canal de Isabel II hoy en ruinas. Detrás de la casaa hay un cerramiento con un zarzo o puerta, en un collado desde el que se divisa el curso del Río Madarquillos.
Cruzamos la puerta y buscamos a la derecha, cerca de la puerta, unas rodadas de coche que ascienden a lo alto de la loma. Las seguimos hasta que, tras un kilómetro y medio aproximadamente descendemos al fondo del valle que hasta este momento discurría por nuestra izquierda. Cruzamos la vaguada sin dejar el camino, que asciende fuertemente por la ladera opuesta hasta llegar a la carretera M-136, a 500 metros del pueblo de Madarcos.
Se trata del municipio actualmente con menos habitantes de la Comunidad de Madrid, por el que podemos callejear, descansar en alguna sombra o beber agua en la fuente, ya que como dicen por aquí "caminar y beber agua nunca fue malo"
Tras recorrer el pueblo de Madarcos salimos por un  camino de tierra que tomamos en la Calle del Pozo, que se dirige tras una fuerte pendiente, hasta el molino, en el Río Madarquillos.
Subimos por el camino con una pendiente pronunciada, y siguiéndolo pasamos por debajo de un tendido eléctrico. Seguimos recto, pasando entre algunas encinas, hasta llegar a un zarzo. Poco antes del mismo vemos un camino que sale a  la derecha hacia el norte, que se dirige hacia Aoslos.
Cruzamos el zarzo y descendemos por el camino hasta cruzar un arroyo, tras lo que llegamos a Pîñuécar. Salimos a la carretera, a la derecha, atravesamos el pueblo y nos metemos por un camino hormigonado que sale a la izquierda en dirección  al cementerio. Seguimos el camino hasta llegar a una bifurcación en la que tomamos el camino de la izquierda, por el de la derecha llegaríamos al cementerio.
Por este camino llegaremos a Gandullas que es el punto de partida, tras girar en el primer cruce a la derecha y en el segundo a la izquierda.


RUTA 7. DE GANDULLAS AL EMBALSE DE PUENTES VIEJAS

Punto de partida: Iglesia de Gandullas
Tipo de marcha: Realizable sólo a pie
Longitud: 5.600 m
Duración a pie1h 45´
Dificultad: Fácil
Puntos de agua: Gandullas
Época recomendada: Todas. Al final del verano (Agosto - Septiembre)el embalse puede estar más vacío y presentar olores desagradables.
Desde la Iglesia de Gandullas, tomamos la carretera M-137 que atraviesa el el pueblo en dirección Buitrago, y a unos 300 metros, un poco antes de llegar al Centro de Telecomunicaciones, nos metemos por una vía pecuaria, denominada Cordel del Bosque, que sale a la izquierda. Entre este camino y la estación de las antenas queda una finca denominada "El Bosque", antiguo coto de caza del Marqués de  Santillana, y que se encuentra ya en el término Municipal de Buitrago de Lozoya. Donde estamos, y justo al otro lado de la pared de piedra que rodea dicha finca, se encuentra un pequeño observatorio de la Guerra Civil. 
En el interior de esta finca, hoy propiedad de la Comunidad de Madrid, se encuentra el antiguo palacio del Marqués de Santillana, en ruinas, aunque se aprecian íntegramente su estructura y sus jardines. Continuamos bajando hacia el embalse por el camino, que se mantiene siempre cerca de la pared de piedra de "El Bosque". Una vez en el embalse, comenzamos a caminar por su margen hacia la izquierda, en dirección oeste, por una ladera poblada por un encinar bastante abierto.
Llegamos a un arroyo cuyo valle forma una lengua de agua que se introduce hacia Gandullas, y que debemos bordear para seguir recorriendo la orilla. Si siguiéramos este arroyo aguas arriba, llegaríamos a Gandullas.
Siempre siguiendo la orilla del embalse, pasamos por debajo de un tendido eléctrico, tras el que debemos seguir paralelos a la orilla. Caminando a media ladera paralelos al embalse llegaremos a una vaguada. Antes de descender a la vaguada, debemos seguir un sendero que atraviesa varias paredes antiguas de piedra y con pilares de hormigón y malla metálica, tras la que descendemos al arroyo. Al descender vemos un  camino que sube por el valle y se dirige hacia la izquierda, hacia el pueblo.
Un a  vez en el camino, ascendemos por él hasta llegar a la carretera M-137, que tomaremos hacia la izquierda, para encaminarnos a Gandullas. Llegamos al centro de Gandullas, que fue el punto de partida.

 



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