La celebración de las Fiestas
Consistía tradicionalmente en jotas tocadas con gaita (dulzaina), tamboril y bombo, a cuyo son bailaba la mocedad hasta altas horas de la madrugada. Por la mañana se realizaba el pasacalles hasta la hora de la misa, tras la cual continuaba el baile hasta la hora de comer. La gente del pueblo visitaba las casas de parientes y amigos, donde se les invitaba a dulces, vino o lo que hubiera, y preparaba en la suya propia hornadas de tortas y otras viandas para recibir a las visitas.
En algunas ocasiones se toreaba una novilla brava en una plaza improvisada con carros, y con la que el último día se preparaba una caldereta, pero no llegó a convertirse en una fiesta tradicional por su peligrosidad.
Piñuécar celebra sus fiestas religiosas en honor a la Virgen de las Candelas el 2 de febrero, a la Virgen del Rosario el 7 de octubre y a San Simón el 28 de octubre, aunque las fiestas populares se trasladan a la última semana de junio.
Gandullas celebra las suyas en honor a la Virgen de la Paz el 24 de enero y de San Antonio el 13 de junio. Asimismo, las celebraciones se trasladan al primer fin de semana de julio, de modo que pueda acudir el mayor número de personas. Estas fiestas son más concurridas que las anteriores y en ellas se celebran verbenas, concursos de disfraces, juego de calva y se realiza una degustación de caldereta.
En los Carnavales
Se reunía la gente del pueblo y se dedicaba la mañana a arreglar caminos del término. Aquel que no participaba debía pagar un peón para que hiciera el trabajo o pagar al Ayuntamiento el dinero equivalente.
Por la tarde se corría la vaquilla por las calles del pueblo, en la llamada Fiesta de la Vaquilla, en la que se representaba una vaquilla hecha con un armazón de varas y cuernos, vestido con una sábana, pañuelos y trapos, que portaban los jóvenes del lugar, y que hoy día se sigue realizando. Después los mozos y mozas recorrían las casas pidiendo comida y vino para el Carnaval, y cenaban en la taberna lo que hubieran recibido.
La Fiesta de la Vaquilla, que se celebra en Gandullas el Martes de Carnaval, es una tradición muy arraigada. Los jóvenes se disfrazan y persiguen a los niños por todo el pueblo aparentando ser vaquillas.
Otras fiestas tradicionales son “La merienda”, también llamada Hornazo, del Domingo de Resurrección, y la Matanza del Cerdo entre los meses de diciembre y enero; la Asunción y el Corpus, y también celebraban la Navidad y los Reyes Magos. Cualquier ocasión era buena para celebrar una fiesta, como la matanza, en diciembre en la que se juntaba toda la familia, hacían migas y si alguien sabía tocar la guitarra cantaban y bailaban, o a la vuelta de hacer la reguera, que organizaban fiesta y jugaban a la calva, que era el juego tradicional más popular.
Otra ocasión de celebración era cuando se subastaban los propios que eran las fincas del Ayuntamiento, cuyo aprovechamiento de pastos se subastaba entre los vecinos del pueblo.
Como tradición que sigue viva, hay que destacar las Regueras de Piñuécar y Gandullas.